sábado, 2 de noviembre de 2013

Recta final

Tras aquella tarde en la que subimos a Karandila, el tiempo empezó a volar. Al día siguiente, pasamos la mañana cocinando para formar parte en un concurso de cocina que tendría lugar el sábado por la mañana. Georgia preparó a un postre, Turquía (para variar) algo con muchíiiiiisima salsa de yogurt, Rumanía ensalada típica e Italia otro postre y un risotto. Yo decidí simplemente colaborar porque era demasiado volver a preparar yo sola algo. 

Manos a la obra

Trabajo en equipo

Ayudando a Delia a preparar la ensalada rumana

Mientras tanto, Gran Hermano continuaba. No os penséis que todo era trabajar. La mejor parte de la semana fue cuando apareció en escena G (de Grecia), amiga de nuestra mentora del proyecto. Vino a pasar unos días a Sliven con ella (puesto que la ciudad estaba en fiestas) y resulta que la noticia corrió como la espuma: G pocas semanas antes había coincidido en Turquía con H (de Turquía) en otro proyecto y habían tenido algo. Otra historia tormentosa y con mal final, sí. Ay, este rompecorazones. Al final, ni G, ni D (con la que por cierto, también tuvo algo durante unos días) ni A se han llevado un buen recuerdo suyo. Una pena, porque al principio para mí y para muchos era el ganador de los 300.000. 

El viernes 25 llegó el día del Festival que llevábamos todo el mes promocionando. Me sorprendió muchísimo porque todas las actuaciones tenían un nivel altísimo. 

Exposición en Sliven de fotos de proyectos de la Youth House

Concierto de rock en el Festival

Baile regional búlgaro

Baile moderno

Baile contemporáneo

Y esa noche, para celebrar el éxito,  salimos de nuevo a Tangra.  No sé qué tiene ese lugar, probablemente nada y todo sea a causa de la gente que me rodeaba. Pero es mágico. Risas y bailes hasta las tantas. Lástima el nuevo capítulo en el triángulo amoroso F – S – A, que acabó con la amistad de F y A. O al menos hasta el momento no ha tenido solución. 

 Con mis cuatro fantásticos ♥

El sábado por la mañana llegó el concurso de cocina ¡y ganamos! 

Comida para el concurso

 El alcalde de Sliven poniéndose las botas

Y el domingo, seis de nosotros nos marchamos al Mar Negro. Fue una aventura movidita, empezando porque el bus que íbamos a coger no existía y tuvimos que cambia de planes. Salvando ese detalle, encontramos un hostal barato, decente y en el centro de Burgas. Dejamos las cosas y nos fuimos a Nessebar. Qué preciosidad de sitio, como un cuento. 

Precioso Nessebar

Con Stefano en la entrada a la ciudad

El resto del domingo y del lunes se lo dedicamos a Burgas, que se  puede decir que es la ciudad que más me ha gustado. No sé si fue el mar o qué, pero me conquistó desde el principio. 

 Foto rollo 90210 en Burgas

Y llegó el temido día, el famoso 29 de octubre en el que todo llegaba a su fin. Por la mañana,  papeleo en la Youth House. Por la tarde, hacer las maletas, comer la última palacinka (snif snif) y despedirse  de la que ya es  mi letona favorita. Ay, la noche. Cena de despedida, todos los voluntarios, personal de la Youth House y del  hotel y como invitados estrella, una banda de la ciudad formada por niños gitanos que era una pasada.

Yo me negué a pensar que todo acababa. No estaba preparada y solamente sonreí. Bailé, disfruté, grité, abracé a quien quise, sin pensar que se avecinaba el final de una aventura encantada. La noche terminó con casi todos en el bar de siempre tomando algo, despedida de los tucos y quedamos solas al final Angelica y yo arreglando el mundo entre cervezas.

Esa italiana de 29 años se ganó por completo mi corazón desde el primer momento. Dudo que el hecho de que hablara español influyera, pero sin ella, posiblemente este SVE no hubiera sido ni la mitad de especial. Tan cercana, graciosa, transparente, buena. Qué suerte he tenido de haberla conocido y, sobre todo, de llevármela como amiga. Este día me regaló el souvenir más bonito que me llevo (otro día os lo enseñaré).

Y a las 4 nos fuimos a dormir, sonando el despertador a las 5. Y los minutos pasaron y pasaron y cuando nos dimos cuenta, las maletas estaban dentro del autobús con destino Sofía y nosotros despidiéndonos. De María (quien finalmente se quedará 11 meses en Sliven con un proyecto de larga duración). Pero sobre todo, de Francesca y Angelica. Se me partió el corazón. No sé si soy muy sentimental o qué, pero fui la única a la que le saltaron las lágrimas. Incluso ahora, recordando el momento me cuesta estar entera. Son dos piezas de magia, dos personas únicas que he tenido la suerte de conocer y a las que estoy segura que volverse a ver tarde o temprano. 

El bus a Sofía se hizo eterno. Stefano y yo compartimos nuestras penas y poco después caímos rendidos. La capital búlgara nos recibió con sol, con unas aceras imposibles para maletas y con un hostal cutre donde los haya. Quitando eso, nuestro miércoles en Sofía fue tranquilo e italianos y representante española matamos las últimas horas juntos. Georgia viajó y se hospedó con nosotros, pero como durante el resto del proyecto fueron por libre. 

Paseando por Sofía...

 Stefano, no cambies nunca

El jueves por la mañana, llegó  mi segunda despedida difícil: Stefano. Era la segunda vez que le decía adiós en menos de seis meses, pero esta vez dolió de verdad. Chipre fueron siete días, pero este mes nos ha unido de verdad y de él me llevo un amigo a quien también estoy segura que volveré a ver. Del resto de italianos me llevo mucho cariño y buenos recuerdos. De Georgia, la verdad no mucho, pero al menos mi imagen respecto a ellos fue mejorando a lo largo del mes. 

Así que nos quedamos sola Erica y yo, compañeras de habitación desde el principio y solas hasta el final. Compras, turismo, relax, conversaciones de no-me-quiero-ir-yo-tampoco… Y por la noche, Halloween, por suspuesto. 

Helado riquísimo en Sofía

 Catedral

A falta de disfraz, creatividad

Y así llegamos a ayer, día de la tercera y última difícil despedida. Y fue de la forma más cruel posible, dado que en el taxi descubrimos que cada una volaría desde una terminal y tuvimos que decirnos adiós en un abrir y cerrar de ojos. Mi Erica, la persona con la que más me reí todo el mes con diferencia. Decir que la echo de menos se queda muy corto.

Así le dije adiós a Bulgaria, a un país que nunca pensé que fuera a visitar, a una tierra que a los ojos de muchos no tiene ningún atractivo especial, pero hacia la que siempre sentiré un cariño de los que marcan la diferencia. Bulgaria no es solamente un país pobre, lleno de gitanos y con una lengua imposible; es una nación servicial, amable, orgullosa de su cultura y sus costumbres. Puede que no vuelva allí nunca más, pero cada vez que mi cabeza viaje a alguno de sus rincones una sonrisa se dibujará en mi cara. 

jueves, 24 de octubre de 2013

Bienvenidos a la casa de Gran Hermano

Ahora sí, ahora esto sí que es surrealista. Solamente faltan las cámaras. Mientras realizamos las que ya están siendo las últimas actividades, como cocinar para los niños del orfanato, realizar el YouthPass o los últimos actos para promocionar el festival, ha empezado a revolucionarse todo. 


Imaginaros una casa con 19 personas que llevan casi un mes conviviendo las 24 horas. Sin cámaras y sin encierro total, sí, pero tal cual la famosa casa de Guadalix. Ahora bien, he aquí el parte de cotilleo de esta semana:

· Georgia sigue por su cuenta. Los cuatro hacen todo solos, salvo las actividades marcadas por el programa. Y misteriosamente ha surgido una amistad de la nada con Rumanía y se fueron ayer a Burgas a pasar el día juntos. La cara del resto al enterarnos fue épica. 

· Turquía me tiene algo dividida. Con las chicas no termino de cuajar. Una es seria, no le gusta salir ni siquiera a tomar algo. La otra está enamorada de sí misma y es algo inmadura, pero quitando eso es simpática. No sé cómo cuajan entre ellas, imagino que será porque no hablan apenas inglés y entre ellas sí se entienden. El lado de los chicos es distinto. Ambos son sociables y me caen bien, pero tampoco cuadran mucho conmigo. 

· Con Italia no tengo problemas. Mi compañera de habitación es la mejor. He tenido muchísima suerte. Si me llega a tocar dormir con Georgia... ¡no respondo de mí! Que sí, que hay que ser tolerantes y todo eso, pero cuando lo intentas desde hace tres semanas y no se dejan, pues como que te desmotivas y pasas del tema un poco. Así que en general con los italianos muy bien, sin queja alguna.

 Yo, futura ganadora de GHS (Gran Hermano Shore/Sliven)...

Ahora bien, ¿pensáis que las parejas no iban a traer quebraderos de cabeza? Pues pasen y lean:

· M (de Italia) y B (de Turquía) van viento en popa. ¿El problema? B tiene pareja en Turquía y M lo sabe. Así que imagino que esto terminará con un adiós el día 30 y si te he visto no me acuerdo. 

· F (de Italia) y S (de Italia) llevaban unas dos semanas teniendo algo, pero ambos sabían que simplemente querían pasarlo bien este mes y ser amigos.El problema es que hace un par de días S se ha liado con A (de Letonia). A y F tienen una gran amistad desde hace ya tiempo y esto ahora la hace peligrar. S, por su parte, no tiene cargos de conciencia y es feliz.

· Y lo más gordo es que la que era LA pareja de este SVE, ya no existe. A (de Italia) y H (de Turquía) han pasado de ser inseparables a ni mirarse. ¿Por qué? Porque H decidió de un día para otro que le gusta otra  persona, D (de Italia).

¿Y yo por qué sé todo esto? Pues porque esta semana parece ser que todo el mundo confía en mí y no seré nominada. Quién sabe, igual hasta gano el concurso...

En fin, quitando esto, han sido unos días buenos para mí, salvo cuando el martes tuve fiebre y deliré un poco en cama. Por fin he subido a Karandila.

 Erica, Mario, Débora, Stefano, yo, Manuela, Burak y Federico

El esfuerzo valió la pena, pero aún quedaba bajar...

Erica y yo deseando llegar a la cima

ANDANDO. Subí y bajé andando porque el telesilla no funcionaba. Vaya suicidio... Ahora tengo unas agujetas increíbles y mañana tenemos que volver a bailar en el festival... ¡Deseadme suerte! 

martes, 22 de octubre de 2013

Los días raros

Finalmente, el pasado viernes y sábado decidimos posponer la visita al Mar Negro y doce de nosotros nos marchamos a Plovdiv (todos menos los georgianos). Fueron dos días intensos en los que prácticamente viví en McDonalds (ojos en forma de corazón cuando lo vi en la calle principal). Plovdiv no tiene nada especial, es una ciudad grande (la segunda de Bulgaria), pero 700.000 habitantes no es nada realmente. Tiene una zona vieja bonita, un mirador rodeado de ruinas romanas y tiendas que valen la pena (no como las de Sliven, que aquí comprarse alguna prenda bonita, es casi imposible).

El viernes empezó con un trayecto en autobús de tres horas bastante molesto, dado que nos vendieron billete a los doce, pero sólo había cinco asientos libres. Así que, una fiesta porque varios fueron de pie. Una vez en Plovdiv, fuimos al hostal (bastante mejor que el de Veliko Tarnovo y casi el mismo precio), donde teníamos reservada una habitación con seis literas. Fuimos a comer (ya sabéis a donde) y luego pateamos toooda la tarde. 

Plovdiv nos recibió con un tiempo casi veraniego

Anfiteatro en la zona vieja de la ciudad

Otoño en Plovdiv, con Stefano y Francesca

Haciendo el tonto en la calle principal...

Después de cenar (ya sabéis donde), descansamos un rato en el hotel y nos fuimos al Central Perk. ¡Sí, el bar homenaje a Friends! Francesca y yo parecíamos dos niñas pequeñas y concordamos en que era lo mejor de Plovdiv... Los camarerxs con el delantal de la serie, la señal de 'Service' de la serie, media canoa decorativa en honor a Joey y Chandler, el sofá de la serie, el escenario del 'Smelly cat' (título que además era la clave wifi del local... ♥). En definitiva, un bar para muchos, pero EL bar para muchos otros.

Menú de bebidas

EL sofá (con Francesca y Erica)

El capítulo de la canoa es insuperable

Boda de Chandler y Mónica ♥

Creo que nunca olvidaré esta serie

La mañana del sábado, visitamos el parque de la ciudad y tras comer, nos dedicamos a comprar souvenirs o cosas de las que no estábamos tan seguros el día anterior. Lo más problemático fue el viaje de vuelta. Probamos con autostop (algo que era difícil que funcionara dado que éramos muchos). Fue divertido, pero no dio resultado. Eso implicó que fuéramos a la estación de tren al tren de las 19 horas, que por supuesto, no existía. Así que todo derivó en que tuvimos que coger el mismo tren infernal que cogí yo mi primer día a las 23.20. Menos mal que esta vez no estaba sola :_)

Momento autostop

 Vuelta a casa en el tren hotel del infierno

El domingo por la mañana tuvimos una actividad en una escuela. A parte de nosotros hacer cosas para los niños, luego tuvimos la oportunidad de acudir a otros talleres y clases de idiomas. Entre otras cosas, me vestí con el traje típico búlgaro, algo que nunca pensé que haría.

Clases de italiano en el festival escolar

 Stéfano y yo, búlgaros desde la cuna...

Por la tarde, habíamos pensado en subir a Karandila, las montañas de Sliven, pero estábamos demasiado cansados, así que lo pospusimos para el lunes. Lunes en el que diez minutos antes de marchar apareció mi amiga, la señora, diciendo que nos preparáramos para ir a repetir el flashmob y repartir flyers. Así que lo cambiamos para esta mañana, pero hemos tenido que posponerlo otra vez porque ha venido a decirnos también a última hora, que debemos ir dentro de un par de horas a la Youth House y después a una escuela a bailar de nuevo.

Ay, esta señora. Se está ganando mi odio a pulso. No es que no me gusten las actividades que hacemos. Al contrario, me encantan, me encanta el proyecto. El problema es que nunca avisa de nada con antelación y luego lo quiere todo siempre para ya. Como por ejemplo el Youth Pass, que ahora hay que tenerlo listo para el jueves a primera hora... y ninguno de nosotros lo hemos empezado, lógicamente. Es absurdo hacer el certificado de competencias adquiridas antes de que tenga lugar el Festival, que es el punto clave y el objetivo de este SVE. 

Son los días raros por eso, porque hacemos planes de algo y nos los deshacen poco antes de llevarlos a cabo. No es que quiera volver a casa. A veces sí, tengo morriña, pero a terra é a terra e ninguén aquí entenderá iso. Simplemente me fastidia que un proyecto tan bonito como este lo esté empañando su máxima responsable a causa de su vagancia e incompetencia. 

Así que venga, a pensar en esta semana. En una posible subida a Karandila en los próximos días. En un Festival que tendrá lugar ya este viernes. En un fin de semana en el que queremos viajar a Burgas, Varna y Nessebar, si los horarios de tren y bus nos lo permiten. 

Lo que no quiero es pensar en la fiesta de despedida del 29, pero es un poco inevitable porque está ya ahí, a nada. El mes ha volado entre cervezas, viajes, actividades, risas. Un mes inolvidable en el que aún me queda mucho por sumar.

jueves, 17 de octubre de 2013

Cazzo! Che freddo!

El fin de semana pasado fue completito, a pesar de habernos quedado en Sliven y no viajar. El viernes fiesta y el sábado cumpleaños de Agnese, yendo ambos días a Tangra, una discoteca cerquita del hotel. La pena es no haber salido todos juntos, pues los georgianos siempre se quedan en el hotel o van por ahí solos.

Mario, yo, Angelica, Debora, Erica, Stefano, Francesca, Federico

A pesar de esto, en el local hacían cosas como poner reggaeton y después Bon Jovi...

Francesca y yo en la que ya es la pose más repetida de este SVE

Stefano en el escenario de Tangra, tras ganar un concurso 

El domingo no había muchas ganas de levantarse, pero decidimos participar en la búsqueda del tesoro que organizaba otra organización de la ciudad. Los pocos que conseguimos despertarnos dimos vueltas por la ciudad, pero no conseguimos llegar a la montaña, que era el objetivo final. De todas formas, fue divertido. 

  Stefano consultando el mapa de la caza del tesoro

La tarde del domingo fue tranquila y libre. Comimos palachinka, tomamos algo y arreglamos el mundo. Por la noche, tuvimos que ensayar por enésima vez el flashmob, porque el lunes era el gran día. 

Y lo fue. Tres veces hicimos el flashmob, aunque mi gran amiga (la señora) olvidó mandar los flyers a imprimir y tuvimos que promocionar el festival con un cartel hecho a mano a última hora. Para algunos igual no significó nada, pero para mí, haber sido capaz de formar parte de algo así ha siginificado mucho, porque el pánico escénico es lo que tiene... 

Ahora mismo no dispongo de ninguno de los videos, pero cuando lo haga lo compartiré con vosotros :)

Mientras tanto, el mes va pasando. El juego del amigo invisible que empezamos el primer día está en auge. Todo el mundo quiere descubrir quién es el suyo antes de que acabe el mes, y yo no sé los demás, pero yo estoy perdidísima y no sé quién es el mío. Estuve pensando que Humeyra, ¡pero no estoy segura! Y sé que Delia, a quien yo le dejo cosas, tampoco sospecha de mí. Así que esto promete. 

 Débora se encontró esto en la puerta de su habitación... 

El lunes fue el cumple de Delia y cenamos todos en su piso. Pasta italiana (cortesía de Francesca) y ensalada rumana (parecida a la ensaladilla rusa). Noche tranquila, con un par de juegos y poco más. 

El martes nos tocó cocinar: era la noche italiana y española. Obviamente, ellos lo tenían más fácil, dado que son 7 personas, pero el resultado final fue buenísimo. De entrantes pinchos de tortilla de patata (cuatro tortillas para 22 personas) y pinchos de fuet y chorizo. De plato principal, lasaña, que estaba riquísima. Y de postres tiramisú (una pena que fuera de café :___ ). Para terminar la noche, música folclórica italiana (como Raffaella Carrá) y española (como no, Macarena y Aserejé).

Ayer por la mañana nos llevaron a ver una actuación de canto, baile y música típicas de Bulgaria. Y después, visitamos uno de los orfanatos en los que se centra la labor del SVE de Delia, Francesca y Angelica. 

 En esta foto no salgo porque yo era la fotógrafa :(

Por la tarde, tuvimos la evaluación intermedia del SVE. Nos dieron las pautas para elaborar el YouthPass (para los que no lo sabéis, es el certificado oficial que una persona recibe cuando participa en alguna acción del programa europeo Juventud En Acción - como SVE, training courses...). 

¿Y cuál es el plan de hoy? Pues por la mañana, íbamos a ir al museo, pero como el tiempo no acompaña, nos hemos quedado en el hotel elaborando un póster para promocionar el SVE y subiendo material a la web de la Youth House. 

Respecto a las parejas, dos de ellas creo que van viento en popa. Turquía ha conquistado Italia, así que veremos qué va pasando. Ah, y este fin de semana nos vamos al Mar Negro, ¡así que no contéis conmigo!  

sábado, 12 de octubre de 2013

Love is in the air

Puede que este SVE dure tan sólo un mes, pero estoy segura de que cambiará la vida de muchos. Estos días han sido bastante relajados. Paseos, visitas al supermercado, tardes en terrazas gracias al buen tiempo... Aunque también hemos tenido actividades, por supuesto. 

Hemos hecho un flyer con fotografías de todos que se va a repartir por la ciudad para promocionar el festival. Hemos practicado para el primer flashmob (que también es promoción) que tendremos que realizar en la calle principal el lunes que viene. Bailaremos una canción de High School Musical. Le hemos cambiado parte del baile, pero el estribillo es el mismo que en la película. Fuera vergüenza, ¿no?

Una mañana, "Mario" y yo fuimos voluntariamente a participar en una actividad de difusión con Angelica, Francesca y Delia. Básicamente, tuvimos que repartir folletos delante del ayuntamiento vestidos como vendedores de comida rápida. La verdad, es que uno no ha sabido lo que es una mirada de desprecio hasta que hace esto... 

Materiales para repartir

Vendedores de comida rápida

El martes por la mañana tuvimos un encuentro en el ayuntamiento con el alcalde. Y por la noche fue la cena búlgara. Fuimos a un restaurante de un hotel de verdad (no como el nuestro, que en fin, cada día da más pena), comimos comida típica y una pareja bailó a ritmo de una especie de gaita (que debe ser un instrumento típico de aquí). Habría sido una noche normal de no ser porque había barra libre de vino, y claro...
Encuentro en el ayuntamiento

Stefano, Burak, Francesca, "Mario", yo, Delia y Angelica

El jueves nos llevaron de excursión todo el día. En teoría, íbamos a ir a Étara nada más, pero al final nos llevaron a cuatro sitios distintos. No tengo muy claro si me quedo con Tryavna, pueblecito de cuento con mucho encanto; o con el último lugar, que no recuerdo el nombre, pero me encantó porque me recordó a Galicia.
Tryavna, pequeña, acogedora y de cuento

Molinos en Étara

Stefano en una especie de fin del mundo

Alguno os estaréis preguntando por qué el título de esta entrada. Lo sé. Tranquilos, mi nuevo amor es la 'palachinka'. No sé cómo he podido vivir sin comer eso. ♥♥♥♥ Pero alguna otra historia empieza a surgir en este pequeño Gran Hermano. Ayer, primero por la tarde desaparecieron uno de los turcos con una de las italianas. Y después, por la noche, otras dos parejas. Una para mí estaba clarísima, pero respecto a la otra no salgo de mi asombro. 

¡Probadla ya!

No sé si fue magia, los chupitos de tequila o la cerveza, pero la noche de ayer (estoy esperando a que me den noticias) fue épica. Seguro. Y hoy, caza del tesoro por Sliven y cumple de Agnese, la letona. Not bad!